El ajedrez se inventó hace mucho tiempo, y hoy os contaré la peculiar historia que acompaña a este invento J
El rey de Persia, fascinado por el juego del ajedrez,
quiso conocer y premiar al inventor (un matemático Indio que se cree que se
llamaba Sissa).
El rey se comprometió a ofrecerle la recompensa que él
mismo decidiese por haber hecho tal creación; el hombre, que era muy
sabio, le dijo lo siguiente:
`` Me conformo con un grano de trigo por la primera
casilla del tablero, dos por la segunda, cuatro por la tercera, ocho por la
cuarta...´´, y así fue doblando la cantidad hasta la casilla 64 del tablero de
ajedrez.
Esto,
que al principio podría parecer humilde, resulta que no lo era: para satisfacer
al inventor ofreciéndole ese premio, harían falta... ¡ 18 446 744 073 709 551 615 granos de trigo!
…¡Menuda cifra! Además, si tenemos en cuenta que en cada kilogramo de trigo caben aproximadamente unos
28.220 granos, el matemático tendría que recibir 653.676.260.585 toneladas. Esa cantidad ocuparía un depósito en forma de cubo de algo más de 11'5 kilómetros de
lado.
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